PARKINSON: fisiopatología y sintomatología

Los trastornos neurodegenerativos son enfermedades producidas por la degeneración de células del Sistema Nervioso Central. Esta degeneración neuronal es generalmente progresiva, aunque todavía no se ha encontrado la cura para detenerla. No obstante, sí existen tratamientos físicos y psicológicos para ralentizar el declive que supone cada enfermedad incluida en esta categoría.

Teniendo en cuenta que hace unas semanas hablé de la Corea de Huntington, hoy este post se va a centrar en la Enfermedad del Parkinson (EP).

La Enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo subcortical que se caracteriza, principalmente, por alteraciones en el sistema motor.

Pese a ser considerada como enfermedad en el ámbito clínico, todavía se discute si realmente es un cuadro neuropatológico único o si más bien se trata un grupo de enfermedades.

Prevalencia

La EP es la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor prevalencia, por detrás de la Enfermedad de Alzheimer. Afecta al 0’3% de la población general y al 1% de la población mayor de 60 años (Martínez-Fernández et al., 2016). Las personas mayores de 70 años son la población más vulnerable, pues constituye 2/3 de la población total de afectados. Además, se ha observado que tiene más incidencia en hombres que en mujeres, con una proporción aproximada de 1:2.

¿Por qué Parkinson?

James Parkinson (1817), a través de la publicación del monográfico “An essay of the shacking palsy”, fue el primero en integrar en una misma enfermedad, que denominó ‘parálisis agitante’, la sintomatología motora que hasta ese momento habían descrito diferentes personajes históricos, como Leonardo Da Vinci, Silvio de la Boe o Johanness Babtiste Sagar, entre otros.

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Fuente: Yo Fluyo con Parkinson.

El monográfico de James Parkinson tuvo un éxito importante en Gran Bretaña, ya que supuso un gran avance tanto en la investigación sobre la enfermedad como en la publicación en Neurología. Sin embargo, el término de Enfermedad de Parkinson no se introdujo hasta finales del siglo XIX, cuando Charcot lo propuso reconociendo la habilidad de J. Parkinson para describir la sintomatología, aunque fuera de manera incompleta.

Genética

En cuanto la heredabilidad, no hay investigaciones que apoyen de manera contundente una hipótesis concreta. Por ello, las cuatro que más se han estado investigando son:

(HIPÓTESIS 1) Patrón de herencia desconocido o inexistente

En la mayoría de personas afectadas por la EP no se han encontrado antecedentes familiares significativos. Esta hipótesis podría indicar que no existe un patrón de herencia determinado o que éste todavía no se conoce.

(HIPÓTESIS 2) Alteraciones genéticas relacionadas con la vulnerabilidad

La alteración del gen GBA y del gen UCHL1, aunque no tiene que ver con un patrón de herencia, modifica el riesgo de desarrollar la enfermedad.

En ocasiones, la alteración genética puede determinar que la herencia se produzca de una manera u otra.

(HIPÓTESIS 3) Herencia autosómica dominante

En la herencia autosómica dominante se ven alterados el gen LRRK2 o el gen SNCA. Por tanto, con que el padre o la madre posea la mutación genética en uno de sus 22 autosomas, sus descendientes tendrán una probabilidad del 50% de padecer la enfermedad.

Captura de pantalla 2019-08-30 a las 20.36.47Fuente: Onmeda.

El gen SNCA, situado en el cromosoma 4, es el encargado de codificar la proteína alpha-sinucleína, la cual  se relaciona especialmente con la recaptación de Dopamina en la transmisión sináptica. La mutación del gen SNCA provocaría que la proteína alpha-sinucleína se desnaturalizara y formara conglomerados en neuronas dopaminérgicas, adquiriendo efectos tóxicos para la célula y originando la despoblación neuronal.

Según diferentes investigaciones, la proteína alpha-sinucleína no tiene una estructura determinada debido a la interacción de diferentes regiones que la forman. Sin embargo, la interacción de esta proteína con las poliaminas (sustancias celulares) provoca una aceleración de la agregación (se acumula proteína alpha-sinucleína en el interior de la célula) y, por tanto, perjudica el equilibrio de la célula nerviosa.

Captura de pantalla 2019-10-27 a las 0.33.40.pngFuente: Cinabrio Blog.

(HIPÓTESIS 4) Herencia autosómica recesiva

En la herencia autosómica recesiva están alterados el gen PARK2, el gen PARK7 o el gen PINK1. En este patrón de herencia se necesitan dos copias de la mutación genética para que el descendiente manifieste la enfermedad. Si sólo tiene una copia, normalmente será portador sin manifestación de la enfermedad, ya que la copia normal compensará a la mutada.

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Fuente: Wikipedia.

Como he mencionado al inicio del apartado, no hay resultados concluyentes acerca de ninguna de estas cuatro hipótesis. Sin embargo, las investigaciones realizadas sobre la enfermedad parecen indicar que su origen probablemente se encuentre en la interacción entre determinados factores ambientales y variantes genéticas.

Fisiopatología y sintomatología relacionada

La Enfermedad de Parkinson es considerada una patología múltiple que parte de la muerte neuronal en diferentes regiones cerebrales.

Ganglios Basales

Los GGBB son núcleos subcorticales que, interconectados entre sí, permiten el desarrollo adecuado de funciones motoras, cognitivas, emocionales, ejecutivas…

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Fuente: Asociación Educar.

La vía Nigroestriada es una de las cuatro vías que forman el sistema dopaminérgico. Esta vía conecta la Sustancia Negra con el Cuerpo Estriado para así estimular el movimiento intencional.

En la EP, la vía Nigroestriada se ve alterada debido a la pérdida de neuronas dopaminérgicas en la parte compacta de la Sustancia Negra. Esta muerte neuronal provoca un desequilibrio entre los niveles de Acetilcolina (función excitatoria) y Dopamina (función inhibitoria) que hace que la sinapsis falle y se produzca una alteración en el circuito de control del movimiento.

Este circuito comprende casi las mismas áreas de las que hablamos en la Corea de Huntington, pero afectándolas diferente manera, ya que el desequilibrio químico no es el mismo.

En la EP la muerte neuronal se produce, como he mencionado, en la Sustancia Negra. Desde esta zona cerebral hay dos vías eferentes, entre las cuales debe haber un equilibrio para que el funcionamiento sea adecuado: vía directa (receptores D1) y vía indirecta (receptores D2).

Vía directa (excitatoria)

En la EP, la ausencia de DA en los receptores D1 inhibe el Cuerpo Estriado (Núcleo Caudado y Putamen). Esta inhibición reduce la actividad del GPi (Globo Pálido interno), lo cual desinhibe la actividad de la región VA/VL del tálamo. El tálamo, aumentando su actividad, envía mayores impulsos excitatorios a la corteza cerebral, dando lugar al temblor.

Te dejo un esquema para que quede más claro:

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Via indirecta (inhibitoria)

En la EP, la ausencia de DA en los receptores D2 aumenta la actividad del Cuerpo Estriado (Núcleo Caudado y Putamen), lo que reduce la activación del GPe (Globo Pálido externo). La inhibición del GPe desinhibe al Núcleo Subtalámico, el cual envía proyecciones glutamatérgicas al GPi (Globo Pálido interno), aumentando su activación. Por tanto, al sobreactivar el GPi, se sobreinhibe la región VA/VL del tálamo y surge la bradicinesia.

Te dejo un esquema para que quede más claro:

Captura de pantalla 2019-10-28 a las 12.21.35.png

Sintomatología motora

Una vez explicada la alteración principal de la EP, será más fácil que comprendas la sintomatología principal del Parkinson, la motora:

· Déficit en las respuestas automáticas (memoria implícita): los GGBB son esenciales en el aprendizaje y ejecución de respuestas automáticas. Debido a ello, en el Parkinson se observan determinados déficits que, además, implican la ralentización de las actividades, ya que deben razonar acciones que antes eran automáticas y necesitan más recursos encefálicos.

· Bradicinesia: ralentización de los movimientos secuenciales y simultáneos, lo cual se relaciona con dificultades en la planificación, iniciación y ejecución de las tareas. Posiblemente esté relacionada con el déficit en memoria implícita, además de con la vía indirecta.

· Puede mostrarse como: disartria, hipomimia, dificultades para tragar, micrografía, disminución del parpadeo y del braceo durante la marcha… (Marín et al., 2018).

· Acinesia: dificultad para iniciar los movimientos. Este síntoma surge a partir de las conexiones con el área motora suplementaria. Además, es considerado una situación extrema de bradicinesia, ya que, más allá de ralentizar el movimiento, no puede iniciarlo.

· Temblor o movimientos descontrolados: suele empezar por las extremidades (manos, pies), pero también puede afectar a la mandíbula o a la cara. En un inicio es unilateral, pero conforme avanza la enfermedad afecta también a la otra parte del cuerpo. Ante movimientos concretos se ha observado que puede reducirse de manera significativa.

· Rigidez muscular: los niveles elevados de Acetilcolina (ACh), en relación con los reducidos de Dopamina (DA), producen un aumento del tono muscular. Esto es debido a que una de las funciones principales de la ACh se relaciona con la contracción muscular.

· Inestabilidad postural: tendencia a adoptar una postura encorvada, con una flexión del tronco hacia delante o lateral, lo cual dificulta el equilibrio. Es un síntoma tardío causado por la pérdida de reflejos posturales.

Cuerpos de Lewy

Pese a que existen neuronas dopaminérgicas «supervivientes» a la muerte neuronal, éstas son afectadas por los cuerpos de Lewy.

Los cuerpos de Lewy son estructuras anómalas localizadas en el citoplasma de las neuronas dopaminérgicas de la vía Nigroestriada. Están formadas por un núcleo de proteína alpha-sinucleína.

Captura de pantalla 2019-10-27 a las 13.11.01.pngFuente: Talleres Cognitiva.

Los cuerpos de Lewy son los que causan la demencia en la EP, aunque hay que decir que no es exactamente la misma que se observa en la Demencia por Cuerpos de Lewy (DCL). En muchas ocasiones ambos diagnósticos se superponen debido a la similitud de síntomas, pero hay que tener en cuenta algunas diferencias:

· En la DCL la demencia y las alucinaciones aparecen en las fases iniciales de la enfermedad, mientras que en el Parkinson aparecen en fases avanzadas.

· Determinados fármacos neurolépticos, administrados en la DCL, pueden producir la sintomatología del Parkinson de manera súbita y espontánea, aunque de manera menos pronunciada.

· En la EP se produce la despoblación de neuronas dopaminérgicas, mientras que en la DCL se produce despoblación neuronal de DA y de ACh.

Sintomatología no motora

La sintomatología motora es la protagonista en la Enfermedad de Parkinson, pero no es la única. También están presentes un grupo de síntomas que interfieren en la vida cotidiana de las personas que tienen esta enfermedad.

Trastornos del sueño

El insomnio es el más frecuente en la EP, especialmente el de mantenimiento. Además, se observa un aumento del tiempo de vigilia y del sueño superficial, así como una disminución del sueño profundo y REM.

Los trastornos del sueño están relacionados con: (1) las alteraciones motoras que se dan durante la noche; (2) los fármacos suministrados; (3) la predominancia del sueño lento en estados hipodopaminérgicos.

Alteraciones del área frontal

Estas alteraciones tienen que ver con la ralentización de las acciones que se ha comentado antes. Su sintomatología acoge:

· Dificultades en la inhibición de estímulos periféricos.

· Dificultades en la secuenciación.

· Trastornos en la formación de conceptos.

· Alteraciones en el cambio de clave estimular.

· Tendencia a alteraciones atencionales concretas.

· Dificultad en el mantenimiento atencional.

Pensamiento y memoria

A consecuencia del enlentecimiento de las funciones ejecutivas surge la bradipsiquia (lentitud en el pensamiento). Otros síntomas relacionados son los cambios en el razonamiento, memoria y concentración.

Todo ello puede suponer un deterioro cognitivo, especialmente en los aspectos centrados en la atención, la planificación, la capacidad de abstracción y la función visuoespacial (capacidad para medir distancias).

Trastornos neuropsiquiátricos

En la EP no sólo se produce un desnivel químico de la DA y de la ACh, sino que también están implicados otros neurotransmisores (NT), como la serotonina y la noradrenalina. La implicación de estos NT tiene que ver con alteraciones del estado del ánimo (depresión, ansiedad, apatía).

También pueden surgir alucinaciones e ideas delirantes como consecuencia de la presencia de Cuerpos de Lewy. Sin embargo, hay que tener en cuenta que éstas surgen en estados avanzados de la enfermedad, algo distintivo de la DCL.

En relación con la disfunción ejecutiva pueden aparecer trastornos del control de impulsos, que implican el desarrollo de conductas sociales desadaptativas como la hipersexualidad, los atracones, la ludopatía, etc.

CONCLUSIÓN

La sintomatología de la EP es muy extensa debido a la relación entre las alteraciones motoras y cognitivas. Hay que volver a señalar que la EP es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, por lo que los síntomas no aparecen con una elevada intensidad de manera espontánea, sino que conforme avanza la enfermedad, la gravedad es mayor. Esta progresión permite que, una vez diagnosticada la enfermedad, sea posible ralentizar el declive motor y cognitivo que supone, aunque todavía no se conozca la manera de detenerlo.

Tratamiento

Me habría gustado incluir el tratamiento en el mismo post que la fisiopatología y la sintomatología, pero lo encontraba demasiado largo si incluía la farmacología y el tratamiento psicológico. Así que he decidido hacer un post aparte para que quede más claro y se pueda relacionar correctamente con lo que te he explicado aquí.

Cuando esté publicado dejaré el enlace aquí, además de en el blog, por si estás interesado/a.

Agradecimientos

Cuando empecé a escribir este post no era consciente de la enorme bibliografía a la que me tendría que enfrentar para hacer llegar una información que yo considerase de calidad. En el proceso de escribirlo tuve la suerte de poder contar con personas que me guiaron aportando información y vías por las que tirar; porque aunque parezca que sólo estoy yo tras este blog, en realidad hay muchas más personas que hacen que mi cabeza pensante no entre en pánico ante una dificultad.

Gracias a ti también por haber leído este post. Cada día me sorprendo más de la capacidad que tiene nuestro cerebro para, a partir de ciertas conexiones, cambiar el rumbo de nuestra vida. Me quedo tan sorprendida que necesito compartir mis descubrimientos. Así que gracias por compartir esa motivación conmigo.

Nos leemos el lunes que viene,

Sara

BIBLIOGRAFÍA

No están todas en normas APA, ya lo sé, pero creo que para este blog enlazar de esta manera la bibliografía puede facilitar el acceso al contenido.

Origen del nombre de la EP.

Genética de la EP.

Alteración de la proteína aplha-sinucleína.

Diferencias entre la Demencia por Cuerpos de Lewy y la Enfermedad de Parkinson.

Carlson, N. R. (2014). Fisiología de la conducta (11ª ed.). Madrid: Pearson Educación.

Clavero, P., & Rodríguez-Oroz, M.C.. (2007). Trastornos del sueño en la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento. Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 30(Supl. 1), 143-153.

Fernández, C. O., Hoyer, W., Zweckstetter, M., Jares-Erijman, E. A., Subramaniam, V., Griesinger, C., & Jovin, T. M. (2004). NMR of alpha-synuclein-polyamine complexes elucidates the mechanism and kinetics of induced aggregation. EMBO journal, 23(10), 1-8. https://doi.org/10.1038/sj.emboj.7600211

Marín, D. S., Carmona, H., Ibarra, M., & Gámez, M. (2018). Enfermedad de Parkinson: fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud, 50(1), 79–92. https://doi.org/10.18273/revsal.v50n1-2018008

Martínez-Fernández., R., Gasca-Salas C., C., Sánchez-Ferro, Á., & Ángel Obeso, J. (2016). Actualización en la enfermedad de Parkinson. Revista Médica Clínica Las Condes, 27(3), 363–379. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2016.06.010

Moragrega, I. (2019) Enfermedad de Parkinson: diagnóstico, evaluación, intervención y nuevas tecnologías [Diapositivas de PowerPoint].

Larumbe, R., Gaminde, I., Viñes, J.J., (1999) Aspectos clínicos y demográficos de la enfermedad de Parkinson. ANALES Sis San Navarra, 22(2), 255-259. Recuperado de https://recyt.fecyt.es/index.php/ASSN/article/viewFile/7060/9418

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