Voy a ser sincera. No sigo la saga de Harry Potter desde pequeña. Siempre he sido bastante reacia a las sagas de éxito por pensar que algo tan valorado por tanta gente tiende a sobrevalorarse (me pasó con «8 apellidos vascos», por ejemplo). Sin embargo, desde hace unos meses empecé a conocer la biografía de la autora de esta saga tan famosa y me picó la curiosidad por conocer también lo que había escrito. Mi método suele ser a la inversa, primero leo los libros y luego veo las películas. Pero en este caso vi primero las películas porque, más allá de la trama, me intrigaba la interpretación de sus personajes, el trabajo que habían hecho los actores.
Tras haber visto las películas me topé con que en mi ciudad tenía lugar la «Harry Potter The Exhibition». No me considero fan acérrima de la saga, pero sí le he llegado a coger cierto cariño. Así que no quise perder la oportunidad de ir a verla.
Harry Potter The Exhibition ©
Harry Potter The Exhibition llegó a España hace 2 años aproximadamente. Primero fue el turno de Madrid y luego el de Valencia. En esta última ciudad, la exposición se ha prorrogado hasta el 11 de agosto tras haber tenido tan buena acogida (se han vendido más de 175.000 entradas). El lugar donde la podemos encontrar es en el Museu de les Ciències de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Tiene buen acceso en transporte público, excepto con el metro (que ya sabemos que prefieren tener un lago subterráneo a acabar el metro en una zona tan turística). El precio de las entradas normales a la exposición son de 18€ (+ 6€ opcionales si quieres una audioguía). Los accesos son cada 30 minutos (18, 18:30, 19, 19:30…), por lo que al comprar tu entrada deberás seleccionar a qué hora quieres entrar. Si no hay mucha afluencia de gente, es posible que te dejen adelantar la entrada en el mismo momento.
Yo escogí llevar audioguía para poder enterarme de curiosidades que contaba el equipo que realizó las películas. ¿La recomiendo? Si quieres saber más sobre las películas, sí. Si únicamente quieres ir a ver lo que se ha utilizado en el rodaje, no. He de decir que llevar audioguía es mucho más pesado que no llevarla por el hecho de tener que ir parándote cada pocos segundos, pero al final merece la pena. Según pude observar, había dos grupos de gente viendo la exposición: familias con niños (que no llevan audioguía) y personas de entre 20-30 años que se iban parando más en cada detalle (la mayoría que vi llevaban audioguía). Te iré comentando algún dato que me decía la audioguía según vayamos avanzando.
Dicho esto, entremos: nada más cruzar la puerta te encuentras en una sala oscura donde se ve iluminado un pequeño escenario, en el cual se encuentran un actor, el sombrero seleccionador y el atrezzo. Escogen a tres voluntarios y les dicen a qué casa pertenecen (suele ser la preferencia que segundos antes ha expresado el voluntario).
Sombrero seleccionador
Al acabar este pequeño ‘show’ pasamos a otra sala oscura donde se encuentran 8 pantallas con los respectivos carteles de cada película de Harry Potter. Una vez todo el público está dentro de la sala, van apareciendo imágenes de las películas en las diferentes pantallas. Suelen mostrar evoluciones de los personajes principales (Harry, Voldemort…). Cuando termina la proyección, se da paso a la exposición pasando por el tren del andén 9¾, en el cual es difícil pararse a hacer alguna foto porque hay un actor que va impidiendo que la gente se pare (para evitar que se forme un tapón).
Tren que lleva a Hogwarts
Al entrar a la exposición lo primero que me llamó la atención es una pared, que simula las paredes de Hogwarts, con cuadros de la época.
Dato de audioguía: en el caso de los cuadros, la audioguía te hablaba de los orígenes del castillo de Hogwarts. Para diseñarlo se basaron en instituciones reales de hace mil años, época en la cual se situaba la construcción de Hogwarts.
Enfrente de esta pared encontramos vestuarios de las películas, así como pequeños detalles sobre Neville Longbottom, Luna Lovegood…
Vestuario de N. Longbottom y L. Lovegood.
Algunos de los objetos que se utilizaron en las películas: varita de Longbottom, el collar de Ópalo, número de El Quisquilloso, el Mimbulus Mimbletonia…
Dato de audioguía: hablaba de El Quisquilloso, el cual refleja la personalidad de la familia Lovegood y cuenta lo que El Profeta no se atreve a decir. También cuenta cómo hacían moverse a la planta a través de control remoto.
El giratiempo, la bolsa ‘de Doraemon’ de Hermione (no me digas que no lo habías pensado), su varita, la lista del ejército de Dumbledore…
Unos pasos más allá se encuentra una representación de lo que sería la habitación de Harry y Ron. Ahí mismo también se encuentra el huevo de oro que tan fácil fue de abrir.
Habitación y vestuario de Harry, huevo de oro y habitación y vestuario de Ron
Dato de audioguía: los actores suelen tener una idea preconcebida de los objetos de atrezzo, pero luego aprenden a trabajar con ellos, lo cual es parte de su trabajo. Esto fue lo que ocurrió con el huevo de oro. También se menciona el vestuario de Ron, creado por su madre, y del valor que tiene para la película (más maternal que otra cosa).
En otra zona encontramos a uno de mis personajes favoritos: la profesora Sybill Patricia Trelawney. Me encanta el rollo ‘locura’ que le aporta a la saga, una personalidad que llama la atención pero que, pese a lo que la sensatez diga, derrocha verdad. Soy muy fan.
Atrezzo de la profesora Sybill Patricia Trelawney: bola de cristal, anteojos, las tazas de adivinación…
Al empezar a ver la saga de Harry Potter, sentí cariño por Severus Snape. Me transmitía algo que no me transmitían otros personajes. Según fue evolucionando, no lo voy a negar, sentí cierta tirria por esa frialdad y «traición» que mostraba, pero el cariño seguía ahí. Era una especie de amor-odio. No obstante, en el final de los finales, me superó. Me parece un personaje con un trabajo psicológico impresionante y que está muy bien construido. Por eso, al ver su vestuario, su atrezzo, no pude evitar embobarme observando cada detalle que había expuesto.
Atrezzo del profesor Severus Snape: varita, libro de pociones… También se muestra la varita del profesor Slughorn
Dato de audioguía: según la diseñadora de vestuario, Snape lleva la misma ropa durante toda la saga porque era difícil encontrar un vestuario que lo representara mejor.
Acabando la primera parte de la exposición, encontramos juegos interactivos como poder sacar unas mandrágoras de sus macetas mientras éstas chillan más agudo que un cantante de Ópera. He de reconocer que era algo molesto cuando los niños jugaban a sacarlas. Quin mal de cap!
Al pasar a las mandrágoras, podemos ver las equipaciones de los jugadores de distintos equipos de Quidditch. Enfrente de éstos había un par de escobas a tamaño real. Eran tan reales que daban ganas de subirte encima de una y empezar a volar. Me ahorraría muchos viajes en metro, la verdad.
Equipaciones de Quidditch Harry, Ron y Cedric
Al pasar esta sección hay otro juego interactivo en el que puedes «jugar a Quidditch». ¿Problema? Si hay muchos niños es complicado que te dejen tirar alguna. A mí hasta me costó hacer una foto.
Quidditch
Por lo que hace a los animales, es lo que peor he llevado al ver estas películas. Me dolía que mataran a personajes humanos, pero personajes animales me rompían el corazón. La película en la que tratan de matar al Hipogrifo es una de mis favoritas. ¿Por qué? Por su final (que por cierto tiene un Funko Custom maravilloso). El hecho de que el Hipogrifo pasara de ser una ‘bestia peligrosa’ a un compañero del equipo de Harry durante la película me parece tan bonito. Por eso al ver esta representación del Hipogrifo caí rendida a sus pies.
Hipogrifo
Uno de los escenarios que considero hogar en las películas de Harry Potter es la cabaña de Hagrid. Tan acogedora y tan grande a la vez (si no Hagrid no cabe). En la exposición supieron transmitir parte de esa calidez de la que hablo.
Atrezzo de la cabaña de Hagrid
Cuando acabas de disfrutar de la calidez de Hagrid, te adentras en el lado oscuro. Te recibe la muerte y empiezas a adentrarte en la sección del señor tenebroso.
La muerte (me recuerda a la muerte de Las aventuras de Billy y Mandy pero más tétrica)
Pese a que me horrorizan muchas de las cosas que hace durante la saga, Tom Riddle en la segunda película es uno de mis mayores crushes de toda mi vida cinematográfica. El profesor Quirrell no me llama, pero es uno de los personajes que tiene un Funko Pop! que es para quitarse el sombrero. Nunca mejor dicho. Y precisamente por su vestimenta.
Vestuario del profesor Quirrell y de Tom Riddle
Como no podía faltar, en una de las vitrinas se encuentran los valiosos y buscados horrocruxes. Mi favorito es el diario de Tom Riddle. Me parece que es al que más relevancia se le da y me gusta la trama que crea… Aparte de ser el diario de mi crush.
Atrezzo de los horrocruxes
Acabando la exposición de Voldemort se encuentra la joya final: su vestuario. Está rodeado por el vestuario de algunos mortífagos y enfrente tiene los uniformes de la cárcel de Azkaban. La verdad es que me habría gustado que, al menos en los maniquíes de los uniformes de Azkaban, hubiesen simulado los tatuajes de Sirius Black. Habría llamado mucho más la atención.
Vestuario de Lord Voldemort y de prisioneros de la cárcel de Azkaban
Parece que no, pero se nota el contraste de luminosidad entre la sección oscura y la que le sigue. Dejando atrás a Voldemort, nos topamos con uno de los objetos más importantes de la saga: la espada de Gryffindor. Con la luz y la gente es complicado hacer fotos decentes, pero en persona es una maravilla admirar sus detalles.

Espada de Gryffindor
Llegando al final, a la última sala, encontramos vestuarios del Baile de Navidad, objetos de Rita Skeeter, una figura de Dobby que te encoge el corazón, atrezzo de algunos personajes importantes, la copa de los 3 magos… Es un final que no deja indiferente. Personalmente, me hizo especial ilusión ver de cerca atrezzo de Sirius Black: su varita, su vestuario. Impacta ver en persona algo que has conocido a través de una pantalla.
Atrezzo de Sirius Black
Al otro lado del escenario donde se encuentra Sirius están los tres objetos que dan nombre a las últimas dos películas: las reliquias de la muerte. Algo que me gusta de la historia de las películas de Harry Potter es la manera de dar sentido y coherencia a cada escena. Por ejemplo, mostrar la capa invisible al principio de la saga y descubrir su origen al final. También el cambio de estilo para mostrar la historia de la fábula fue algo que me cautivó e hizo que me llegara más el significado de cada reliquia. Y he de decir que me impactó (sin pasarnos tampoco) verlas delante mía.
Varita de Saúco, Piedra de la Inmortalidad y Capa Invisible
Una exposición basada en la magia no se puede permitir terminar sin su guinda del pastel. Como he mencionado antes, los animales tienen el poder de tocarme el corazón de una manera que otros personajes no hacen. Y la guinda del pastel es Fawkes, el ave fénix de Dumbledore. Es impresionantemente bonito verlo a tamaño real, ver sus detalles y creer que en cualquier momento puede alzar el vuelo. Han reservar un final digno de la saga.
Fawkes
Este es el fin de la exposición. Evidentemente no he mostrado todo lo que había, sino lo que más me ha llamado a mí la atención. ¿Vale la pena gastarse el dinero e ir a verla? En mi opinión, sí. Si sabes apreciar los detalles y tienes cierto cariño por esta saga, te va a gustar ver todo esto de cerca. ¿Es imprescindible ir? Tampoco es eso. Es una exposición que no muestra nada nuevo. Si no te lo puedes permitir, no te preocupes. Hay otras mil maneras de disfrutar del universo Hogwarts sin gastarse ni un duro.
Hablando de dinero, al acabar la exposición nos encontramos con la tienda. Yo no me compré nada. Me parecían abusivos esos precios. ¿Una varita 40€? ¿Una rana de chocolate 8’5€? ¿Estamos locos? ¿Que son mágicas de verdad o qué? En ese aspecto se pasaron varios pueblos.
Después de todo, al salir del universo Harry Potter me sentí satisfecha por haber podido conocer un poquito más de toda esta magia que tiene cautivada a más de medio mundo. Para acabar, quiero hacer mención de que no sólo se encuentran este tipo de exposiciones en el Museu de les Ciències. También podemos encontrar exposiciones de la primera llegada a la luna, de la evolución de la bicicleta… Y todas gratuitas. Si tenéis la oportunidad de pasaros, hacedlo. Vale la pena.
Espero que, aunque no haya sido una carta de Hogwarts, te haya gustado este viaje.
Sara

1 comentario en “Harry Potter The Exhibition: ficción hecha realidad”