Blue Monday: la triste profecía autocumplida creada para consumir

Hoy es 20 de Enero y eso significa… ¡Que es el día más triste del año! Y yo aquí, tan feliz, publicando un artículo en el que pretendo desmontar toda esta historia pseudocientífica que han mantenido las grandes empresas para seguir vendiendo a costa de nuestro bienestar.

Hoy hablaremos sobre el Blue Monday, su historia, su evidencia científica, el impacto real que tiene en las personas y cómo las empresas se benefician de ello.

Índice de Contenido

  1. Blue Monday
    • ¿Cómo surgió el «Blue Monday»?
  2. ¿Qué dice la ciencia sobre ello?
    • Las emociones de los inversores según el día de la semana
    • La evidencia sobre la falta de evidencia
  3. Entonces, ¿por qué me siento triste hoy?
  4. ¿Cómo se benefician las empresas de nuestro estado emocional?
  5. Conclusión
  6. Bibliografía

Blue Monday

BLUE MONDAY («Lunes Azul») hace referencia al día más triste del año, que se fecha en el tercer lunes de Enero de cada año.

¿Cómo surgió el «Blue Monday»?

En 2005, el psicólogo Cliff Arnall publicó un comunicado de prensa en el que proponía una «fórmula científica» para calcular el mejor y el peor día del año para irse de vacaciones, generalizándolo al día más triste y más alegre del año. Si te preguntas por qué lo hizo, no fue por fines científicos, sino publicitarios. Esa «investigación» fue creada para una campaña de publicidad que la empresa Sky Travel le pidió a Cliff.

La fórmula que publicó fue la siguiente:

C: Tiempo consumido en actividades culturales; R: Tiempo consumido en relajación; ZZ: Tiempo consumido durmiendo; Tt: Tiempo de viaje; D: Retrasos; St: Tiempo gastado en un periodo de estrés; P: Tiempo demorado en preparar un equipaje; Pr: Tiempo consumido en la preparación general.

Posteriormente ha publicado algunas modificaciones, pero ninguna de ellas tienen un sentido matemático (y tampoco creo que buscara tenerlo). En mi opinión, la fórmula no fue más que un argumento erróneo con elementos que parecen científicos para validar afirmaciones sin fundamento real (sesgo de pseudociencia).

¿Qué dice la ciencia sobre ello?

Las emociones de los inversores según el día de la semana

Realmente, el Blue Monday se viene estudiando desde antes de que Cliff publicara el comunicado de prensa. Pettengill (1993) hablaba sobre la hipótesis del Blue Monday, aunque desde una perspectiva distinta. En este caso, la premisa se basaba en que los inversores financieros tenían cambios de humor sistemáticos que afectaban a los precios de manera negativa los Lunes y de manera positiva los Viernes. Argumentó que los Lunes se perciben como el inicio de la semana de trabajo, mientras que los Viernes son el inicio del descanso del fin de semana. En su estudio experimental encontró resultados congruentes con la hipótesis, pero no eran generalizables debido a las restricciones metodológicas del estudio.

De todas formas, Pettengill (1993) se refería a todos los Lunes del año, no específicamente al tercer Lunes de Enero.

La evidencia sobre la falta de evidencia

Desde que a mediados del siglo pasado se popularizara el concepto de Blue Monday, la comunidad científica ha invertido esfuerzos en mostrar la evidencia acerca del significado que ha adquirido este día de la semana:

Para empezar, Pecjak (1970) hizo un estudio sobre la asociación entre los colores, los estados emocionales y los días de la semana. Las relaciones más significativas fueron entre:

Además, Hülsheger et al. (2022) señalan que la base de estas asociaciones reside en el significado compartido de cada día, relacionado con la anticipación de actividades concretas:

  • Lunes: inicio de la semana de trabajo.
  • Sábado y Domingo: días de descanso.

Sin embargo, estas asociaciones cambian dependiendo del idioma, la cultura y la estructura laboral (organización y carga de trabajo). Resulta curiosa la observación de Hülsheger et al. (2022): personas con una estructura horaria semanal y mayor carga de trabajo experimentan menor anticipación y menos cambios del estado emocional que personas con menor estructura y menor carga de trabajo.

Por otro lado, al evaluar la presencia de síntomas depresivos en varios días de la semana, no se encontraron diferencias significativas (Stone, 1985), lo que indica que los cambios en el estado de ánimo durante la semana son más leves de lo sugerido.

Es un intento de generalización tan grande en algo tan íntimo y personal como es el estado emocional, que es complicado que todas las personas tengan un mismo significado compartido habiendo tantas diferencias individuales entre ellas.

Entonces, ¿por qué me siento triste hoy?

¿Sabéis ese dicho de «una mentira repetida muchas veces termina siendo verdad»? Además, si se intenta argumentar con sesgos cognitivos, como el sesgo de pseudociencia (utilizar una fórmula aparentemente científica) o la falacia de autoridad (que sea un psicólogo el que te lo argumenta), la probabilidad de creer que sea cierto aumenta.

Además, si asumimos como cierta la afirmación de que el 20 de Enero es el día más triste del año, es probable que el 20 de Enero nos sintamos especialmente tristes por lo que desde la Psicología llamamos Profecía Autocumplida: tener la expectativa de que ese día vamos a estar tristes hace que llevemos a cabo acciones que hagan más probable que ese día estemos tristes.

¿Cómo se benefician las empresas de nuestro estado emocional?

Cómo nos sentimos está directamente relacionado con las decisiones que tomamos. En el ámbito de las compras, el creciente consumismo de la sociedad nos impulsa a regular nuestras emociones comprando productos (Sharma et al., 2022) y eso las empresas lo saben.

  • Si estamos tristes, nos damos un «capricho» porque la novedad de tener un producto que nos gusta ayuda a neutralizar durante un tiempo la sensación negativa que produce la emoción.
    • No obstante, si no se ha regulado adecuadamente la tristeza, el hecho de haberla evitado hará que después vuelva a aparecer, quizá de manera más intensa.
  • Si estamos alegres, compramos un producto para mantener o intensificar la sensación positiva que produce la emoción.
    • Hacerlo de manera puntual no tiene nada de malo. Hacerlo de manera sistemática sí puede suponer un problema a largo plazo, ya que si en algún momento no puedes permitírtelo, aparecerá la tristeza y la frustración.

Por tanto, si tenemos un día que es «el más triste» y otro que es «el más alegre», la probabilidad de que esos dos días aumenten considerablemente las ventas aumenta.

Si os interesa el tema del Marketing Emocional, os recomiendo leer el paper de Sharma et al. (2022), porque lo explican muy bien y con literatura actualizada.

Conclusión

Si este artículo sirve para contribuir, aunque sea un poco, a deconstruir la desinformación que nos venden constantemente en redes sociales, yo me quedo más que satisfecha. Desde siempre he querido ser comprensiva con el trabajo que tiene que hacer cada sector para sobrevivir, pero hacerlo engañando a la gente es una línea que nadie debería de cruzar.

Espero que toda esta información os haya servido y ayudado 🙂

Nos leemos en otros artículos,

Sara

Bibliografía

Hülsheger, U. R., Uitdewilligen, S., Zijlstra, F. R. H., & Walkowiak, A. (2022). Blue Monday, Yellow Friday? Investigating work anticipation as an explanatory mechanism and boundary conditions of weekly affect trajectoriesJournal of Occupational Health Psychology, 27(4), 359–376. 

Karwoski, T. F., & Odbert, H. S. (1938). Color-musicPsychological Monographs, 50(2), 1–60.

Kelemen, Z., Nagy, P., & Kemény, I. (2016). How to transfer a coupon-based event into a hedonic shopping experience? Retail branding implications based on the glamour shopping days. Society And Economy, 38(2), 219-238.

Pecjak, V. (1970). Verbal synesthesiae of colors, emotions, and days of the week. Journal Of Verbal Learning And Verbal Behavior, 9(6), 623-626.

Pettengill, G. N. (1993). An experimental study of the “blue-monday” hypothesis. The Journal Of Socio-Economics, 22(3), 241-257.

Sharma, K., Kodhati, P., & Sukhavasi, S. (2022). Emotional marketing on consumer
behaviour – Perception study
. International Journal on Customer Relations, 10 (2), 1-8.

Stone, A. A., Hedges, S. M., Neale, J. M., & Satin, M. S. (1985). Prospective and cross-sectional mood reports offer no evidence of a «blue Monday» phenomenonJournal of Personality and Social Psychology, 49(1), 129–134. 

Stone, A. A., Schneider, S., & Harter, J. K. (2012). Day-of-week mood patterns in the United States: On the existence of ‘Blue Monday’, ‘Thank God it’s Friday’ and weekend effects. The Journal Of Positive Psychology, 7(4), 306-314.

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